martes, 22 de marzo de 2011

Lo de siempre y, referencias

El quehacer automático de quien procura poetizar indica un sopesar de olvido y, es que hasta la misma crítica indica un sopesar. Títulos macabros, de (des-) amores, ciudades esotéricas, llevadas de la "mala" administración", todo ¡UN MITO!

Intento introducirme en la red de todos, mejor, en la de la escoria; por el momento aterrizo la idea del signo y  la poca credibilidad que deja el mundo de las comunicaciones; claro, se preguntarán -¿quienes? no importa, hace parte del monologo- de manera sospechosa ¿qué es escoria?, pues bien, recurriendo a las llamadas frases cristalizadas que, son de uno y de todos al tiempo, se presupone dentro de la lingüística general la agonía del símbolo y las dicotomías atacadas por los mitos; suceden en la pantalla del Transmilenio, el hospital, el banco, la casa y, ahora, hasta en el baño, nos invade la paranoia del circo romano, como saltimbanqui en el renacimiento ¡la cabeza explota, los sentidos díscolos abstraen... no sé!

Y, no es que cite al sueño, no, es sólo una simple huida del pensamiento por la caja, la de los colores cromáticos. Es desastroso adjetivar me decía un buen amigo, lo comprendo, ahora lo veo con claridad, mi excusa: -hago parte de los medios-, crecí junto con el celular y la laptop -me negaba, como todos, no lo duden- veía televisión 8 horas al día, desayunaba vídeos musicales, programas de violencia infantil, (el gato cósmico, los caballeros del zodiaco, pokemon y, un daño tremendo para la posteridad, los teletubies) canal "SEÑAL", supuestamente para "educarme", de almuerzo noticias y, bueno, de milagro no vomitaba, digo, con tanto asesinato, desfalco, corrupción y explosivos en aquella época... onces, las "innovadoras" novelas mexicanas y para terminar, producciones "colombianas" o, mejor, producciones que compraban los canales "nacionales".

-¿Qué puedo decir?- basura y más basura, todos sabemos que los medios indican toda una catástrofe y, ni la cuentan como es... Eco menciona a las guerrillas semiológicas , algo de razón tiene tal denominación; en la ciudad, en las periferias, en el medio de transporte, es que de verdad y, recurriendo al adagio popular: -¡NO HAY DERECHO!-.

El mito, significa en el contexto de imaginarios en Colombia una repetición de multiculturalidad que, a grandes rasgos está destruyendo la poca memoria histórica de la lengua indígena, dicen: -para respetar al otro- más basura moral y, PODER CORRUPTIBLE, fácil universo de deseos reprimidos, pan de cada día, pan para llenar boquitas de cualquier clase y yo, no aprendo, adjetivación falta de cordura, seré sensata -es que vivo en mi país-.



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